La formación profesional para el empleo como herramienta para luchar contra el fracaso escolar

Según datos del informe Panorama de la Educación de 2022 de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), España es el país de la UE con mayor proporción de jóvenes de entre 25 y 35 años que no tienen estudios de Bachillerato o de Formación Profesional de Grado Medio. Son un 27% (el 32% de los chicos y el 21% de las chicas) que dejan su formación al terminar la enseñanza obligatoria a los 16 años, y no vuelven a formarse después. De manera que inician su itinerario de inserción laboral con una baja cualificación que influye en diferentes ámbitos de su vida.

Este problema puede tener diversas causas que van desde las dificultades personales, la falta de motivación, problemas familiares, y la posible falta de adaptación del sistema educativo a las necesidades individuales de los/as estudiantes. En este último caso, el estudiantado siente que la educación tradicional no está directamente relacionada con las oportunidades de empleo disponibles, contribuyendo al desinterés y la falta de motivación por seguir estudiando.

En este contexto, la formación profesional para el empleo se presenta como una solución, al ser un instrumento crucial para favorecer la cualificación de los jóvenes, de los que no lo son tanto y abandonaron pronto sus estudios y como no, de todas aquellas personas que necesitan mantener su puesto de trabajo en un mercado productivo que está en continuo cambio.

9 MOTIVOS POR LOS QUE ELEGIR UNA FORMACIÓN PROFESIONAL

Son muchas las razones, por las que apostar por la formación profesional para el empleo:

  • Es eminentemente práctica, al centrarse en habilidades prácticas y conocimientos directamente aplicables a ciertas profesiones. Esto puede aumentar la motivación de los/as estudiantes al ver la conexión directa entre lo que están aprendiendo y su futuro laboral.
  • Ofrece oportunidades de empleo tempranas, dado que permite al alumnado entrar en el mercado laboral más rápidamente en comparación con estudios más extensos. Esto puede ser beneficioso para aquellos/as estudiantes que desean comenzar a trabajar y adquirir experiencia laboral más pronto.
  • Presenta diversidad de opciones, puesto que abarca una amplia gama de familias profesionales, que van desde la tecnología de la información, sanidad, restauración hasta competencias comerciales y administrativas. Esto brinda una variedad de opciones para elegir de acuerdo con sus intereses y aptitudes.
  • Permite una mayor adaptabilidad a las necesidades del mercado: La formación profesional se puede adaptar más rápidamente a las demandas cambiantes del mercado laboral. Los programas pueden actualizarse y ajustarse para reflejar las tendencias y necesidades actuales del tejido productivo.
  • Permite una formación permanente a lo largo de la vid, mejorando la empleabilidad a medida que las personas buscan nuevas oportunidades o se adaptan a cambios en sus objetivos profesionales.
  • Favorece el desarrollo de habilidades blandas (soft skills) como la comunicación, el trabajo en equipo y la resolución de problemas, que son esenciales para el éxito en cualquier entorno laboral.
  • Promueve el establecimiento de redes profesionales. Durante la formación profesional, el alumnado tiene la oportunidad de establecer contactos y construir redes profesionales al realizar prácticas no laborales en empresas. Estas conexiones pueden ser valiosas al buscar empleo, ya que a menudo se basa en la recomendación y el networking.
  • Puede fomentar el espíritu empresarial al proporcionar a las personas las habilidades y conocimientos necesarios para iniciar y gestionar sus propios negocios. Para ello, cuentan con un asesoramiento y orientación laboral personalizado.
  • Permite la emisión de certificaciones y reconocimientos oficiales, que aumentan el prestigio y la credibilidad del alumnado en el mercado laboral, al ser una prueba tangible de las competencias profesionales adquiridas.

LA FORMACIÓN PROFESIONAL, LA MEJOR ALIADA EN LA LUCHA CONTRA EL FRACASO ESCOLAR

En resumen, la formación profesional para el empleo desempeña un papel esencial en la reducción del fracaso escolar al proporcionar al alumnado alternativas formativas prácticas y adaptadas a sus necesidades individuales y al responder a las exigencias del tejido empresarial. Además de prepararlos para ingresar al mercado laboral con las competencias profesionales que mejoren sus perspectivas de empleo y contribuyendo a la vez en el desarrollo económico y social.

En el Grupo García Ibáñez somos conscientes de la importancia de esta formación y del alcance que tiene en las personas y por ello, llevamos 30 años invirtiendo en la formación de miles de personas que, en un momento de sus vidas, necesitaron definir un itinerario de formación que les permitiera adquirir las competencias profesionales de una cualificación que les permitiera cambiar sus vidas a través de la consecución de un empleo.

Ofertamos, una formación que puede funcionar como un trampolín valioso para aquellos/as que desean continuar su educación, al ofrecer una formación basada en competencias con certificados profesionales que tienen conexión con ciclos formativos, de forma que una vez cursado un certificado profesional, si posteriormente se cursa un ciclo formativo, se puede solicitar la convalidación de los módulos formativos correspondientes a las unidades de competencia acreditadas previamente con el certificado profesional y continuar con la formación.

Se trata pues de una formación que permite luchar contra el fracaso escolar dada la posibilidad de continuar con la formación a lo largo de la vida y aumentar las posibilidades de inserción laboral.

Si quieres información sobre nuestra oferta formativa contacta con nosotros, a través del Teléfono 96 287 14 94.

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